Desaprender para Crecer Espiritualmente
6/8/2024


Hola amigos de Semilla de Shalom!!, hoy queremos reflexionar sobre la importancia de renovar nuestra mente y desaprender aquellos conceptos que ya no nos sirven para nuestro crecimiento espiritual.
En el camino de la fe, es esencial permitir que Dios transforme nuestros pensamientos y nos libere de ideas erróneas y limitantes. La renovación de la mente es un proceso continuo.
En Romanos 12:2 nos dice: "No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cómo es la voluntad de Dios: buena, agradable y perfecta." Esto significa que debemos estar dispuestos a cuestionar y revisar nuestras creencias, permitiendo que la verdad de Dios ilumine nuestra comprensión.
Muchas veces, llevamos con nosotros tradiciones y enseñanzas que, aunque bien intencionadas, pueden no reflejar completamente el Amor y la Gracia de Dios. Desaprender estos viejos conceptos puede ser difícil, pero es necesario para experimentar una relación más profunda y auténtica con nuestro Padre.
Recuerden que la humildad es clave en este proceso; debemos estar abiertos a reconocer que no lo sabemos todo y que siempre hay espacio para crecer y aprender. El apóstol Pablo nos enseña en Efesios 4:23-24: "Y tienen que permitir que sus mentes y sus espíritus permanezcan renovándose, y se vistan con la nueva naturaleza, creada para ser semejanza de Adonai, y se expresa a sí en Justicia y en Santidad, que emanan de la verdad." Este llamado a la renovación implica dejar atrás viejas formas de pensar y adoptar una nueva mentalidad alineada con la verdad de Dios.
Busquemos, en nuestra vida diaria, oportunidades para desafiar nuestros propios pensamientos y preconceptos. Una buena manera es leer, estudiar y orar, pidiendo al Espíritu Santo (Ruaj HaKodesh) que nos guíe a una comprensión más profunda de su voluntad.
No tengamos temor de desaprender lo que no sirve, pero en algún momento sirvió; en su lugar, abracemos la sabiduría y el conocimiento que Dios quiere impartirnos.
Hoy les invitamos a permitir que Dios renueve nuestras mentes. Desprendiéndonos de todo lo que no nos edifica y abracemos nuestros corazones y mentes a la verdad transformadora de su Amor.
Que esta renovación nos conduzca a una vida de fe más rica y plena, y a una adoración más auténtica y sincera.
